Los vecinos de Åkerneset aprendieron a vivir con el peligro respirándoles en la nuca, inmutables ante el riesgo inminente de una catástrofe mortal. En los pueblos de la región de Sunnylvsfjorden, en Noruega las alarmas están encendidas hace años y solo es cuestión de azar que la ladera de una de la montaña del fiordo se derrumbe sobre el mar, provocando un tsunami de al menos 103 metros.
Un megatsunami de 300 metros amenaza a estas regiones completasSerán meses o años los que faltan para que algunos pueblos de Noruega desaparezcan. Los habitantes de uno de los lugares más bellos del planeta permanecen indiferentes ante el inminente riesgo. Mientras tanto la grieta de la montaña Åkerneset se profundiza a paso agigantado. Desde 1958 hasta 2023, esta fisura en el cerro alcanzó una profundidad de 70 metros, convirtiéndose en una de las fracturas rocosas más peligrosas del mundo.
El riesgo de una grieta progresiva
La grieta en la montaña del pueblo crece hasta 8,8 centímetros al año. Su pronóstico es similar al de otros acantilados cercanos, aunque sus consecuencias serían mucho más catastróficas. Parte de la ladera acabará deslizándose hacia uno de los fiordos más profundos de Noruega.
Sin embargo, este desprendimiento de rocas será mucho mayor que cualquier otro que se haya visto en la región, y posiblemente desencadene uno de los tsunamis más altos de la historia, según un modelo. Con 103 metros (más alto que el de Tailandia en 2004), se tragaría escuelas, hospitales y viviendas en los puertos inferiores de los pueblos del fiordo que, junto con la antigua granja de Åkernes, se encuentran dentro de un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, indicó National Geographic.
Los pueblos en peligro ¿por qué nadie se va?
Según una evaluación de riesgos de 2016 realizada por la Dirección de Protección Civil de Noruega, 54 millones de metros cúbicos (1907 pies cúbicos) de roca podrían desprenderse, creando olas de decenas de metros de altura que podrían inundar unas 10 aldeas a lo largo del fiordo en cuestión de minutos. Este escenario sirvió de inspiración para la película noruega de catástrofes "Bolgen" ("La Ola"), que Blikra enfatizó como una amenaza real. En 1934, un deslizamiento de tierra cercano provocó un tsunami mortal con olas de hasta 64 metros, que causó la muerte de 40 personas.
Los pueblos de Hellesylt y Geiranger, ubicados en el extremo interior del fiordo, son los que corren mayor riesgo. En el peor de los casos, estos populares destinos turísticos podrían verse afectados por olas de entre 70 y 80 metros de altura. Olav Arne Merok, un septuagenario residente de toda la vida en Geiranger, estaría entre los afectados. "Aquí estamos a unos 30-40 metros de altitud. Obviamente, si la ola alcanza los 90 metros, nos hundiremos", dijo a World Arabia entre risas, y añadió: "Pero no podemos vivir con miedo constante. Si no, dejamos de vivir".
Podrían pasar meses o décadas. Pero las localidades en riesgo están preparadas. Un sistema de alerta temprana les avisará con suficiente antelación para evacuar con seguridad, y la nueva tecnología de drenaje podría estabilizar el acantilado.